Gestionar un equipo a distancia
Tiene un fantástico equipo de personas bajo su dirección. Son personas comprometidas, cualificadas y trabajadoras y... están en lugares distintos. Bienvenido a la nueva normalidad, donde dirigir un equipo remoto es una habilidad esencial que tendrá que adquirir.
La interacción cara a cara de la que antes dependíamos ha sido sustituida por la conexión virtual, que exige aún más esfuerzo a la hora de delegar, estimular y comunicar.
Trabajar con equipos remotos conlleva muchos retos y la forma de superarlos separará a un gestor de un líder. La estructura y las directrices son más esenciales que nunca, pero también lo es ser comprensivo, empático y resistente. Dirigir un equipo al que no ves a diario requiere cierta innovación en lo que respecta a los métodos de comunicación y flujo de trabajo.
He aquí algunos consejos para dirigir con éxito a sus equipos remotos:
Comunicación y confianza: resista el impulso de microgestionar.
Confíe en su equipo para hacer su trabajo y proporcione objetivos y expectativas precisos, para que cada miembro del equipo entienda cuáles son sus prioridades diarias.
Desarrollar y aplicar políticas claras de trabajo a distancia.
Estas políticas deben incluir cómo abordar los problemas de seguridad, la logística, los flujos de trabajo y los procesos de comunicación. Algo en lo que hay que centrarse es en establecer expectativas sobre la respuesta a correos electrónicos y mensajes de texto fuera del horario laboral. Esto ayuda a los empleados a mantener un equilibrio saludable entre el trabajo y la vida personal y evita que se agoten, lo cual, sin la separación física entre el hogar y la oficina, puede ser más común cuando se trabaja desde casa.
Comprométase a diario con su equipo remoto: cree un sentimiento de pertenencia y propósito.
Las llamadas diarias pueden ser valiosas para evaluar la carga de trabajo y abordar cualquier problema. Puede ser tan sencillo como comprobar de forma rutinaria cómo se siente el equipo y preguntarles si necesitan apoyo adicional.
Recuerde escuchar a su equipo y comprometerse con él. Cuanto más valorados se sientan, más motivados estarán, lo cual es más importante ahora que no existe un espacio de trabajo central para crear esa sensación de cohesión y trabajar por un objetivo común. Trabajar a distancia puede ser una actividad solitaria en la que no sentirse escuchado o valorado puede llevar a su equipo a sentirse abatido.
Como gestor, puedes dirigir con éxito un equipo remoto, y debes aplicar regularmente las habilidades anteriores para inculcar una sensación de rutina y coherencia.
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